Pedro Marrero | @marreropedro
Hace mucho que no voy a mi segunda isla. La frecuentaba cada año cuando me tocaba cubrir la pretemporada del Tenerife. Alguna visita rápida también por motivos dispares. En fin, cosas que solo me importan a mí, supongo. Hoy quería hablar de deportes, de resultados y cosas así. No informar sobre ellos, ya que no es este el objetivo de esta página, pero sí opinar, aportar un granito de arena a este mundillo maravilloso que es la información. La deportiva en este caso.
Pero lo dejaré para otro momento. Sí quiero expresar mi admiración y el de esta asociación a los periodistas que están cubriendo un acontecimiento histórico y a la vez terrible. Al hacerlo nos hacen llegar su condición humana, algo que desde mi punto de vista enriquece la relación entre informador y lector, oyente, televidente, internauta… y supongo que un largo etcétera. Sí, de momento las contenidos de los medios de comunicación los generan los seres humanos, salvo que me haya perdido algo. Y cuando, y ahí me incluyo, metemos la pata, nos lo tomamos con humor. Claro que sí.
Dicho esto, insisto en afirmar que el periodismo canario es de altura. Deportivo o no. Con sus gazapos y todo. Si les sirve de algo a los compañeros y compañeras que no aciertan el cien por cien de las veces tras acumular una pila de horas de trabajo, día tras día, semana tras semana, una de mis hazañas periodísticas fue emitir una cuña sobre un partido del Canarias que ya se había disputado. Tras quedarme helado, al borde del desmayo, y aguantar la correspondiente y merecida bronca, me lo tomé con humor. Entonces tenía unos rizos maravillosos que soportaron estoicamente las tomaduras de pelo. Esa y otras veces. Por esto y por más, enhorabuena por el gran trabajo que se ha hecho y que se seguirá haciendo.
Con humor se afrontan las meteduras de pata, pero al ver el daño que está ocasionando la lava en La Palma se nos van las ganas de reír. Miles de personas desalojadas y, de momento, un centenar de viviendas arrasadas. No, no me apetece opinar sobre competiciones deportivas. En este momento no. Solo quería expresar solidaridad, cariño y buenos deseos a quienes lo están pasando realmente mal en este momento. Y no sé hacerlo de otra forma. La Isla Bonita está ahora triste, como lo está todo el archipiélago. Sí, llevo tiempo sin ir a La Palma y ahora, no por bonita, sino por triste, me gustaría estar ahí más que nunca, sintiendo mi segundo hogar.